domingo, 21 de marzo de 2010

Oda Anacreóntica VI de Juan Meléndez Valdés.


¡ Como se van las horas,

y tras ellas los días,

y los floridos años

de nuestra frágil vida




!La vejez luego viene

del amor enemiga,

y entre fúnebres sombras

la muerte se avecina,

que escuálida y temblando,

fea, informe, amarilla,

nos aterra, y apaga

nuestros fuegos y dichas.




El fuego se entorpece,

los ayeres nos fatigan,

nos huyen los placeres

y deja la alegría.




Si esto, pues, nos aguarda,

¿para qué, mi Dorila,

son los floridos años

de nuestra frágil vida?




Para juegos y bailes

y cantares y risas

nos los dieron los cielos,

las Gracias los destinan.



Ven ¡ay! ¿qué te detienes?

Ven, ven, paloma mía,

debajo de estas parras

do leve el viento suspira,

y entre brindis suaves

y mimosas delicias

de la niñez gocemos

pues vuela tan aprisa.

1 comentario:

  1. "Hola"
    wow, esta muy bonito este poema
    que tambien nos da un consejo, o al
    menos eso fue lo que le entendí
    en la ultima parte........

    El fuego se entorpece,
    los ayeres nos fatigan,
    nos huyen los placeres
    y deja la alegría.

    Es la parte que más me agrado
    íncreible........

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