miércoles, 14 de abril de 2010
sábado, 3 de abril de 2010
Poema De La Primavera de Juan Melendez Valdes
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIq_qBGEC4D3Mc5ewkz3RNkEzXNPJqKx5khMTxJUhRuwUTQ5rA0xXZ1wSpSo3hld6h2DITm4DnXVxD_QQqM_q-oeIocgJRi9-mYke1GKKfzeAcGO9aO7BAVDw9SRo6Sc8YAuoOUZsJGdoc/s320/155.jpg)
domingo, 21 de marzo de 2010
Oda Anacreóntica VI de Juan Meléndez Valdés.
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y tras ellas los días,
y los floridos años
de nuestra frágil vida
!La vejez luego viene
del amor enemiga,
y entre fúnebres sombras
la muerte se avecina,
que escuálida y temblando,
fea, informe, amarilla,
nos aterra, y apaga
nuestros fuegos y dichas.
El fuego se entorpece,
los ayeres nos fatigan,
nos huyen los placeres
y deja la alegría.
Si esto, pues, nos aguarda,
¿para qué, mi Dorila,
son los floridos años
de nuestra frágil vida?
Para juegos y bailes
y cantares y risas
nos los dieron los cielos,
las Gracias los destinan.
Ven ¡ay! ¿qué te detienes?
Ven, ven, paloma mía,
debajo de estas parras
do leve el viento suspira,
y entre brindis suaves
y mimosas delicias
de la niñez gocemos
pues vuela tan aprisa.
lunes, 15 de marzo de 2010
EL AMOR MARIPOSA
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Viendo el Amor un día
que mil lindas zagalas
huían de él medrosas
por mirarle con armas,
dicen que de picado
les juró la venganza
y una burla les hizo,
como suya, extremada.
Tornóse en mariposa,
los bracitos en alas
y los pies ternezuelos
en patitas doradas.
¡Oh! ¡qué bien que parece!
¡Oh! ¡qué suelto que vaga,
y ante el sol hace alarde
de su púrpura y nácar!
Ya en el valle se pierde,
ya en una flor se para,
ya otra besa festivo,
y otra ronda y halaga.
Las zagalas, al verle,
por sus vuelos y gracia
mariposa le juzgan
y en seguirle no tardan.
Una a cogerle llega,
y él la burla y se escapa;
otra en pos va corriendo,
y otra simple le llama,
despertando el bullicio
de tan loca algazara
en sus pechos incautos
la ternura más grata.
Ya que juntas las mira,
dando alegres risadas
súbito amor se muestra
y a todas las abrasa.
Mas las alas ligeras
en los hombros por gala
se guardó el fementido,
y así a todas alcanza.
También de mariposa
sale quedó la inconstancia:
llega, hiere, y de un pecho
a herir otro se pasa.
martes, 9 de marzo de 2010
A TUS LINDOS OJOS
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me matan de amor.
Ora vagos giren,
o párense atentos,
o miren exentos,
o lánguidos miren,
o injustos se aíren,
culpando mi ardor,
tus lindos ojuelos
me matan de amor.
Si al final del día
emulando ardientes,
alientan clementes
la esperanza mía,
y en su halago fía
mi crédulo eror,
tus lindos ojuelos
me matan de amor.
Si evitan arteros
encontrar los míos,
sus falsos desvíos
me son lisonjeros.
Negándome fieros
su dulce favor,
tus lindos ojuelos
me matan de amor.
Los cierras burlando,
y ya no hay amores,
sus flechas y ardores
tu juego apagando;
Yo entonces temblando
clamo en tanto horror:
«¡Tus lindos ojuelos
me matan de amor!».
Los abres riente,
y el Amor renace
y en gozar se place
de su nuevo oriente,
cantando demente
yo al ver su fulgor:
«¡Tus lindos ojuelos
me matan de amor!».
Tórnalos, te ruego,
niña, hacia otro lado,
que casi he cegado
de mirar su fuego.
¡Ay! tórnalos luego,
no con más rigor
tus lindos ojuelos
me maten de amor.
sábado, 6 de marzo de 2010
Biografia de JUAN MELÉNDEZ VALDÉS
(Ribera del Fresno, 1754-Montpellier, 1817) Escritor y magistrado español. Es el más importante poeta español del s. XVIII. Fue catedrático de humanidades en Salamanca (1781), alcalde del crimen en Zaragoza (1789), oidor en Valladolid (1791) y fiscal en Madrid (1797). Sufrió destierro en Medina del Campo (1798), confinamiento en Zamora (1800) y cárcel en Asturias (1808). Bajo el régimen de José Bonaparte, fue consejero de Estado (1809) y presidente de la Junta de Instrucción Pública (1810). Tras la restauración de Fernando VII, emigró a Francia. Sus tempranas lecturas de Locke, Leibniz, Montesquieu, Rousseau y de los poetas Gessner, Thompson y Pope marcaron su primera etapa poética, en la que sobresalen sus composiciones anacreónticas, de cuyo género fue el principal cultivador en España (La paloma de Filis; Besos de amor), y sus Poesías (1875), publicadas a instancias de Jovellanos; las obras de su segunda etapa poética se caracterizan por su contenido filosófico y por su sentimentalidad prerromántica; con posterioridad, su obra se orientó hacia el compromiso político y social (A Llaguno, 1794; Sobre el fanatismo, 1795). Es también autor de una Defensa de la lengua castellana (1811).